Daniel Raventós. Consejo Científico de ATTAC
La Renta Básica sigue despertando
pasiones favorables y desfavorables. Algunos “anticapitalistas” y todos
los “ultraneoliberales” se apuntan a aportar su granito de arena para
intentar mostrar sus maldades, insuficiencias, problemas… ¡Qué virtud la
de esta propuesta que une en su contra a gente tan diversa! De vez en
cuando, también se pueden leer o escuchar algunas razones. En el XIV
Simposio de la Renta Básica que se realizará en Fuenlabrada el próximo
29 de noviembre, se esperan escuchar razones. Pablo Elorduy envió estas
cinco preguntas a Daniel Raventós para ser contestadas y publicadas en Diagonal. Las reproducimos.
-Cómo encajaría la RB en el ciclo económico actual: de crecimiento estancado o ficticio.
Sabido es que los Estados con unos sistemas
fiscales más potentes, con mayor presión fiscal y menos dependiente del
ciclo han resistido mejor a la crisis. A corto plazo la RB es
anticíclica puesto que mantiene los recursos más estables precisamente
en la capa de la población que soporta más el consumo interno y por lo
tanto la demanda interna, principal motor económico cíclico. Si nos
situamos en una hipotética situación de expansión, al crecer la renta
per cápita también lo haría la RB (si está indexada con el umbral de la
pobreza, por ejemplo), lo que también frenaría las desigualdades de
renta con un sistema fiscal reformado como del que se habla más
adelante.
-RB y empleo: efectos sobre el mercado de trabajo.
Para abordar los efectos de la implantación
de una RB sobre el mercado de trabajo (efectos que también dependerán
de la cuantía de la RB) deben contemplarse al menos: 1) los incentivos
del trabajo asalariado, 2) la autoocupación, 3) el trabajo asalariado a
tiempo parcial, y 4) los incrementos salariales de determinadas
ocupaciones y las reducciones salariales de otras. Como resultaría muy
largo extenderme en cada uno de estos aspectos (lo hice entre otros
sitios en el libro Las condiciones materiales de la libertad, El
Viejo Topo, 2007), me limitaré a un aspecto que considero de mucha
importancia: el incremento del poder de negociación de los trabajadores.
La RB erosionaría –aunque no suprimiría- el poder de dominio del
empresario en la relación laboral. El poder de negociación y las
estrategias en las relaciones laborales se alteran con la RB debido al
hecho de que la parte más débil de la relación laboral, la clase
trabajadora, queda fortalecida. No se consigue sin otras medidas
adicionales una situación de igualdad entre las dos partes de la
relación laboral, por supuesto, pero la RB daría una mayor capacidad de
negociación a los trabajadores.
Además, la RB supondría, en caso de huelga,
una especie de caja de resistencia incondicional cuyo efectos para el
fortalecimiento del poder de negociación de los trabajadores son fáciles
de calibrar. En concreto, el hecho de que en caso de conflicto
huelguístico los trabajadores dispusiesen de una RB permitiría afrontar
las huelgas de una forma mucho menos insegura que en la actualidad: a
día de hoy, dependiendo de los días de huelga, los salarios pueden
llegar a reducirse de forma difícilmente soportable si, como acostumbra a
ocurrir para la inmensa mayoría de la clase trabajadora, no se dispone
de otros recursos.
Los que me resultan incoherentes son los
que oponen un hipotético y muy a largo plazo pleno empleo como
alternativa a la RB. Una alternativa que, vamos a ser optimistas, nadie
contempla antes de 20 años, ¿es una alternativa sensata para las
personas que han visto cómo sus condiciones de vida y de trabajo
quedaban pulverizadas en estos últimos años?
-Pregunta en boga tras la respuesta de
Pablo Iglesias en la televisión. ¿Las élites también cobrarían la RB?
reformulación un poco más seria: ¿por qué es imprescindible su
universalidad (a pesar de que pueda distorsionar el debate)?
Bueno, aquí hay más de una cuestión. Hasta
donde me han informado, es cierto que Pablo Iglesias no ha contestado
muy acertadamente a esta pregunta. No tiene la obligación de saber a
fondo determinados aspectos de la RB, pero creo que sí la tienen sus
asesores económicos. Claro que hasta donde yo sé algunos son muy
contrarios a la RB y entonces quizás poco puede esperarse por este lado.
Estos economistas apuestan más bien por rentas mínimas de inserción y
cosas parecidas.
Veamos. Las personas más ricas también
cobrarían la RB (si hablamos de universalidad quiere decir justamente
esto), pero deberían aportar mucho más de lo que recibirían como RB. La
pregunta reiterada una y mil veces era hasta que se murió: ¿Emilio Botín
debe cobrar la RB? Como los muertos no cobran, al menos legalmente,
ahora la pregunta es por su hija. Hay dos grandes grupos de personas que
hacen esta pregunta: los que no tienen puñetera idea de cómo se
financia que forman el grupo de los no mal intencionados, y el grupo de
los que teniendo una cierta idea de cómo se financia la RB, saben que
con esta insinuación levantan pasiones contrarias. Son los charlatanes
en el preciso sentido de Harry Frankfurt: el charlatán no es
necesariamente un mentiroso, simplemente no le interesa si lo que dice o
insinúa es verdad o mentira. Frankfurt aseguraba que “una actitud
displicente hacia la verdad es más o menos endémica entre el colectivo
de publicistas y políticos, especies cuyos miembros suelen destacar en
la producción de charlatanería, mentiras y cualquier otro tipo de
fraudulencia e impostura que puedan imaginarse.” Yo añadiría entre el
grupo de charlatanes à la Frankfurt a muchos economistas de
derechas y algunos de izquierdas. Y entiéndase bien, no porque estén en
contra de la RB (al fin y al cabo, poco de nuevo se aporta contra la RB
que no se haya dicho a lo largo de los últimos 30 años), sino por la
forma visceral de oponerse que tiene más relación con los prejuicios que
con las razones.
En cuanto a la universalidad hay muchas
razones. Citaré algunas pocas: porque evita la estigmatización de los
perceptores, porque también impide la intromisión en su vida, porque
ahorra muchísimos recursos en costos de administración que pueden ser
empleados en aspectos mucho más interesantes, porque evita la
discrecionalidad, porque mitiga algunas tentaciones del pequeño fraude
fiscal, porque entonces es una medida esencialmente preventiva de la
exclusión.
-De qué se acompaña la RB: es únicamente
una prestación monetaria o tiene que acompañarse de otros derechos
(acceso a sanidad pública, seguridad social, etc).
La RB no es contra el estado de bienestar.
En el programa de Podemos, que es la organización que juntamente con
Anova y Bildu ha entendido mejor las potencialidades de la RB, en las
últimas elecciones europeas se podía leer:
“Derecho a una RB para todos y cada uno de
los ciudadanos por el mero hecho de serlo y, como mínimo, del valor
correspondiente al umbral de la pobreza con el fin de posibilitar un
nivel de vida digno. La RB no reemplaza al Estado de bienestar, sino que
trata de adaptarlo a la nueva realidad socio-económica. Sustitución de
las prestaciones sociales condicionadas menores a la cuantía de este
ingreso básico. Financiación a través de una reforma progresiva del IRPF
y de la lucha contra el fraude fiscal.”
Adviértase: “no reemplaza al Estado de
bienestar”. Es más, debería reforzarse la educación y la sanidad
públicas, sin duda. La RB no pretende hacer frente a todos los problemas
derivados de un sistema económico depredador y regulado de forma muy
favorable a la minoría rica. Hay problemas que deben ser enfrentados
mediante otras medidas de política económica. Creo que esto está claro
para muchos aunque hay quien todavía argumenta que la RB no acabaría con
el capitalismo. ¡Cielos! ¿Es que seriamente alguien puede decir lo
contrario?
¿Se puede financiar? Y ¿por qué una RB?
Jordi Arcarons, Lluís Torrens y yo hicimos un estudio para financiar la RB enCataluña y en Guipúzcoa.
Ahora disponemos de una muestra de casi dos millones de IRPFs del
conjunto del Reino de España. Esperamos mostrar en breve cómo se puede
financiar una RB para el conjunto del Estado y creemos que puede centrar
el debate racionalmente. Nuestro objetivo es que se pueda debatir en
serio. No a partir de las astracanadas del tipo “una renta básica de
tanto multiplicada por 47 millones de habitantes da como resultado
tantos miles de millones que a su vez representa un tanto por ciento del
PIB… con lo que es imposible de financiar”. Argumento emotivo pero
desmañado que es repetido hasta la saciedad. En el mundo en el que
vivimos, debatir en serio quizás sea pretender demasiado, pero lo
intentaremos. Este proyecto de financiación de una RB puede ser el
medio. Nos gustará saber dónde hemos cometido errores, cómo se puede
perfeccionar… En el XIV simposio de
la RB que se celebrará en Fuenlabrada el próximo 29 de noviembre, en
donde habrá académicos y economistas de IU-ICV, PSOE, Podemos… quizás
lleguemos a tiempo para ofrecer algún avance de este estudio. En todo
caso, antes de acabar el año es casi seguro que tendremos los resultados
más importantes.
¿Por qué una RB? Porque me parece que en
una economía monetaria del siglo XXI es la mejor manera de garantizar la
existencia material a toda la población lo que incrementaría la
libertad de la inmensa mayoría. Entiendo que esta simple posibilidad
intimide a los que se benefician de una situación en la que la mayoría
no rica tiene cada vez más atacadas las condiciones materiales de la
libertad.
Daniel Raventós es profesor de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, miembro del Comité de Redacción de sinpermiso y presidente de la Red Renta Básica. Es miembro del comité científico de ATTAC. Su último libro es ¿Qué es la Renta Básica? Preguntas (y respuestas) más frecuentes (El Viejo Topo, 2012).
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