Hasta siempre, Ladis

Hoy Ladislao Martínez nos ha dejado para siempre. Ladislao, Ladis, era un histórico activista de Ecologistas en Acción, militante de Izquierda Anticapitalista y miembro de Attac. Y para muchos  de quienes le conocimos el paradigma de eso que llamamos “activista”.

Ladis era la mejor persona para moderar una reunión. Una inagotable fuente de conocimiento. Un magnífico orador. Estupendo comunicador. Tan sólido y consistente en sus argumentos como brillante defendiéndolos. Estaba rodeado de un halo de autoridad y legitimidad, infrecuentes de encontrar, que asumía con la modestia y naturalidad de los verdaderamente grandes. Yo admiraba especialmente su fortaleza y la seguridad que transmitía, y aprendí tantas cosas de él en los contenidos y en las formas que serían necesarias muchas páginas para simplemente resumirlas.

Ladis fue uno de los principales impulsores de la lucha contra la Privatización del Canal de Isabel II en Madrid, lo que le valió ser vilipendiado desde algunos medios a sueldo de corruptos y corruptores, y hasta tener que hacer ruedas de prensa para defenderse de ridículas acusaciones, como ser un rico terrateniente él que ni siquiera tenía coche y personificaba el verdadero significado del concepto “austeridad”; sin duda la persona más austera que yo haya conocido.

Pero todo eso ahora la verdad es que hoy no me parece lo más importante; lo más importante es una conversación que dejamos pendiente porque el se bajaba antes que yo en la línea uno, lo que mas me pesa ahora es aquel día que no me quedé después de una Junta a tomar un vino en el que hubiera podido compartir un rato más de charla, o que no me preocupé realmente de que tal estaba en los últimos tiempos en que coincidíamos tan poco, y también que nunca volveré a escuchar ese “hola preciosa” que en otra boca me hubiera hecho torcer el gesto y sin embargo en la suya me ponía automáticamente la sonrisa en la cara... y tanto no dicho, y tanto no compartido.

Se ha ido un compañero, un compañero de luchas, de trincheras, alguien insustituible. Pero para mi ahora lo más importante es que le tengo que dar el adiós a un amigo y eso si que no hay forma de reemplazarlo. Y en su honor quiero recordar que quienes desde los movimientos sociales combatimos este sistema injusto, no luchamos contra la barbarie neoliberal por deporte o simplemente por ideología -por visiones contrapuestas del mundo-; luchamos contra toda esta locura destructora y causante de infelicidad y de muerte precisamente porque creemos en la vida y en su valor, un valor muy distinto al de cualquier objeto cuantificable o medible en términos económicos; luchamos porque sabemos de su extrañeza, su singularidad y fragilidad; luchamos porque sentimos el deber y la responsabilidad de defender la vida, una vida no degradada para el planeta y una vida digna y feliz para las personas. A eso dedicó Ladislao Martínez la suya con fuerza y valentía. Y ahora que ya no está, que su tan preciosa como injustamente corta vida no está entre nosotros, solo nos queda echarle de menos -y ya lo creo que lo haremos- y honrarle continuando su labor, nuestra labor, hasta materializar ese otro mundo posible, justo, sostenible y mucho más humano por el que trabajamos juntos codo con codo.

Hasta siempre compañero.

Sol Sánchez. Coordinadora General de Attac España.

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