Una Ley Mordaza para acabar con el movimiento ciudadano





ley seuridad ciudadanaXavier Caño Tamayo. ATTAC Madrid

El Congreso ha aprobado la nueva ley de seguridad ciudadana. Motejada como Ley Mordaza, recuerda mucho a la franquista de Orden Público cuya aplicación reprimió ferozmente a la ciudadanía opuesta a la dictadura y, especialmente, al movimiento obrero.
Esther López y Alberto Garzón, jóvenes diputada y diputado de Izquierda Unida, denunciaron hace un tiempo que “la falta de respeto por los principios democráticos de los gobernantes, unida a su mediocridad y afán por imponer sus planes como sea, son causas de que sólo sepan actuar con represión policial (…). No hace falta haber vivido la dictadura franquista para contar lo de “corrimos delante de los grises”, pues muchos de los que nacimos tras la muerte de Franco lo hemos tenido que hacer (…) Nos persiguieron e inventaron atestados policiales cuando emergimos en la primavera valenciana; nos intentaron expulsar de las plazas donde acampamos; nos persiguieron cuando participamos en la Huelga General, nos criminalizan por poner nuestro cuerpo de trinchera ante un desahucio, y nos criminalizan y la policía nos identifica por reunirnos en un parque público como el Retiro para debatir sobre política”.
Para quienes sí corrimos ante los ‘grises’, el panorama que se extiende y asienta desde hace tres años, por obra y gracia del gobierno del Partido Popular, nos retrotrae a escenarios de juventud. Porque hay una innegable relación entre como gobierna España el Partido Popular y la dictadura que reprimió, explotó y hundió este país durante casi cuatro décadas.
En el incremento exponencial de la represión de la ciudadanía, hay un hecho esclarecedor. La Audiencia Nacional imputó hace un par de años a ocho miembros de la plataforma ‘Rodea el Congreso’ que llamaba a manifestarse cerca del Congreso de los Diputados. ¡Pero antes de la manifestación! El portavoz de Jueces para la Democracia, Joaquim Bosch, acusó al Gobierno de criminalizar la protesta y de ser insólito imputar a personas por hechos que aún no se habían producido. Si eso no es netamente dictatorial…
La llamada Ley Mordaza ahonda en el resurgimiento franquista. Con esa ley , el concepto de seguridad ciudadana pasa a ser el franquista “orden público”, y convierte en infracciones graves las movilizaciones y otras legítimas protestas, al tiempo que concede patente de corso a la policía. Como en tiempos de la dictadura franquista.
Más aún. Con la reforma del Consejo General de Poder Judicial que el PP perpetra, la Justicia queda estrechamente ligada a ese partido y la separación de poderes ya no existe y se va por el desagüe. Por eso, quienes hoy tienen más de cuarenta años recordarán fácilmente que todo se parece cada vez más a aquella dictadura franquista.
El hoy piadoso ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha tenido la osadía de retar a los abundantes críticos de esa ley: “Quiero que alguien de los que la critica me diga un derecho o libertad que esta ley restringe respecto a la ley vigente“. ¿Porque no lee las recientes declaraciones del director de Amnistía Internacional de España? Esteban Beltrán asegura que “es verdaderamente lamentable que este Proyecto de Ley siga adelante. La libertad de reunión, información y expresión son derechos humanos que los Estados deben proteger (…) Con esta Ley no se protege la protesta en España sino todo lo contrario: se castiga la disconformidad”.
Es más, desde hace unos años, Amnistía Internacional ha expresado en varios informes su preocupación por el uso de fuerza excesiva por las fuerzas policiales al dispersar a manifestantes pacíficos. Si al ministro Fernández le parece que Amnistía Internacional no tiene autoridad para indicar qué derechos son vulnerados, tiene un grave problema de percepción y comprensión de la realidad.
En fin, las innecesarias nuevas leyes represivas del gobierno solo buscan acabar con la resistencia ciudadana pacífica contra su política de austeridad, recortes, vulneración de derechos y vaciado de la democracia. ¿Por qué esas contrarreformas, si España tiene una de las tasas más bajas de criminalidad de Europa? ¿Por qué una nueva ley de Seguridad ciudadana cuando en 2013 hubo en España más de 6.000 manifestaciones y en 2014 casi otras tantas y ningún problema de orden público digno de reseñar? Porque esa nueva ley Mordaza nada tiene que ver con la seguridad real y sí con atemorizar a la ciudadanía resistente. Pretende cortar de raíz el movimiento ciudadano que quiere cambiar el país. Como ha denunciado la asociación Jueces para la Democracia, “la Ley de Seguridad Ciudadana cierra el círculo que convierte en crimen el ejercicio de los derechos”. Hay que reaccionar.


ATTAC CyL  no se identifica necesariamente con los contenidos publicados, excepto cuando son firmados por la propia organización.

No hay comentarios:

Publicar un comentario