Alexis Tsipras · Ilias Nikolakópulos · Andreas Karizis · · · |
Este dossier consta de tres textos escritos por Alexis Tsipras, Ilias Nikolakópulos y Andreas Karitzis
El dilema es bien sencillo: o izquierda o austeridad
Dirigente
carismático de Syriza desde 2008, Alexis Tsipras, que cumplirá 40 años
dentro de dos meses, antiguo ingeniero civil y antaño miembro de las
juventudes comunistas, es también el candidato de la izquierda de la
izquierda europea (Die Linke, Front de Gauche, Grupo de la Izquierda
Unida y Verde Nórdica…) para el puesto de José Manuel Barroso,
presidente de la Comisión Europea. Detalla para el semanario francés Marianne los objetivos de su formación en declaraciones recogidas por Alan Léauthier.
Marianne : En este mes de mayo tres elecciones reclaman a los electores griegos. ¿Cuál es el eje común de su campaña?
Alexis Tsipras: La necesidad de cambio, pues el Memorándum [la política de rigor y reformas de la competitividad impuestas por la troika a
cambio de los préstamos concedidos] ha transformado una crisis fiscal
en otras dos crisis paralelas, humanitaria y medioambiental. Así, las
políticas llamadas de «devaluación interna» [para rebajar costes
sociales y precios] han tenido también como consecuencia debilitar
todas las palancas de las administraciones descentralizadas. Debido al
descenso de la fianciación, las autoridades locales o regionales ya no
pueden garantizar funciones tan básicas como la propiedad, el
mantenimiento y la protección del medio ambiente. Necesidad de cambio,
por tanto, pero también de un programa para ponerlo inmediatamente en
marcha. Para reemplazar el Memorándum, Syriza ha elaborado un plan
social y económico de reconstrucción dinámica de nuestro país del que
son portadores en cada escalón nuestros candidatos en las tres citas
electorales.
Y todos insisten mucho en la indispensable cooperación entre los ciudadanos, pero también entre los países miembros de la UE…
A
causa del Memorándum de mayo de 2010 Grecia se ha convertido en fuente
de negatividad para toda Europa. La llegada del pueblo griego y de
Syriza al poder, por el contrario, permitirá que el país pueda
transformarse en actor positivo del cambio a escala continental.
Nuestro objetivo consiste en acabar rápidamente con la política de
austeridad y solventar el problema de la deuda mediante una conferencia
europea consagrada a los medios para lograrlo colectivamente. Esto
concierne a todos los pueblos europeos, independientemente del lugar en
el que vivan, y de que uno se oponga o no a la austeridad. Concierne
también a todos los países afectados por un problema de
sobreendeudamiento, incluida Francia, cuya deuda pública sobrepasa el
90 % y está al nivel de la de España.
No
obstante sus compromisos europeos, ciertos observadores consideran que
Syriza sigue siendo ambigua de algún modo en toda una serie de
cuestiones : salida de la zona euro, anulación unilateral de la deuda o
planes de ajuste estructural…
Respecto
a los planes de ajuste de nuestra economía, seamos claros: es un
asunto interno de una nación europea democrática y soberana. Europa
debería tener algo que decir sobre los objetivos presupuestarios, no
sobre los medios para alcanzarlos. Siendo este el caso, ¿hay que
repetir que Syriza no ha deseado ni contemplado jamás que Grecia
abandone el euro, del mismo modo que no tenemos intención de anular
unilateralmente la deuda de nuestro país? Bien al contrario, puesto que
proponemos la conferencia europea que he mencionado anteriormente para
solventar de manera definitiva y consensuada el problema. En la zona
euro somos socios iguales. Y Syriza hará que se oiga la voz del pueblo
griego en Bruselas. Tal vez eso le desagrade a la señora Merkel y sus
aliados, sobre todo, entre nosotros, a Antonis Samaras y Evangelos
Venizelos [primer ministro de Nueva Democracia y viceprimer ministro
del Pasok respectivamente] , pero ya es hora de que se preocupen por
ello.
¿Cómo
calcula usted reducir en la práctica los déficits públicos ? ¿Con la
máquina de hacer billetes ? ¿En contradicción con los tratados de la
Unión? Y ¿con qué aliados en Europa ?
Sólo
el crecimiento permitirá reducirlos de manera duradera. Y precisamente
por esta razón de ajuste presupuestario es por lo que queremos
terminar con la austeridad en beneficio de una política de relanzamiento
del consumo interno y de inversión pública. Respecto al fondo de la
cuestión, en un pasado reciente Margaret Thatcher parecía todopoderosa e
invencible en Europa. Pero fue vencida precisamente por su política
europea. A menos que muestre un poco de pragmatismo, la misma suerte le
espera a Angela Merkel. En todo caso, si Syriza está en el gobierno,
no podrá ella seguir imponiendo austeridad a toda Europa. Es todo una
cuestión de relación de fuerzas políticas en el tiempo. Y por eso
insistimos tanto en el hecho de que en las próximas elecciones vamos a
votar literalmente sobre nuestro futuro. El dilema es bien sencillo : o
izquierda o austeridad. Cada voto a los conservadores, los liberales o
los socialdemócratas se interpretará políticamente como una aprobación
de la austeridad. Y esto afectará de la peor de las maneras a dos
generaciones, la nuestra y la de nuestros hijos.
Alexis Tsipras, dirigente de Syriza, es candidato a la presidencia de la Comisión europea por el Partido de la izquierda Europea (PIE)
Marianne, 9-15 de mayo de 2014
Por qué Syriza no es una formación totalmente madura
El
próximo 25 de mayo se celebran en Grecia no sólo las elecciones al
Parlamento Europeo sino la segunda vuelta de los comicios municipales y
regionales en los que Syriza aspira a superar a los dos partidos que
forman la actual coalición gubernamental, Nueva Democracia y el Pasok.
Ilias Nikolakópulos, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad
de Atenas explica las razones del éxito de la formación dirigida por
Alexis Tsipras en una entrevista realizada por Alan Léauthier para el
semanario Marianne.
Marianne: ¿Es Syriza un ovni en el paisaje político griego?
Ilias Nikolakópulos: La
verdad es que no. Hay una fuerte tradición de izquierda muy antigua en
Grecia que se remonta, antes incluso de la dictadura de los coroneles,
a los años 40. Hemos tenido siempre la doble expresión de una
izquierda comunista prosoviética y, paralelamente, otra corriente, más
despegada del marxismo-leninismo puro y duro. Tras la dictadura, el PS
griego, el Pasok se convirtió en fuerza dominante, imponiendo un
socialismo populista y clientelista, y que tenía a su izquierda, por un
lado, a un PC prosoviético y ultradoctrinario, más intransigente, por
ejemplo, que el PC portugués, pero también a un pequeño partido
renovador, débil pero muy dinámico. Syriza viene de ahí, es una
coalición entre gente cercana que podría asemejarse al PSU francés de
los años 60 y a los eurocomunistas excluidos del PC griego (el KKE),
coalición que dio lugar a Synaspismos, y luego a Syriza, con otros
aportes.
¿Cómo explicar su éxito en las legislativas de 2012 [26% de los votos] y su actual peso?
Se
explica ante todo por el declive histórico del Pasok. Muchos de sus
electores votaron a Syriza por defecto, por hastío. Pero esto no
convierte todavía a Syriza en una formación madura y asentada de modo
perdurable. El partido reivindica hoy 30.000 militantes, lo que supone
en conjunto bastante poco cuando se representa a 1,6 millones de
electores…
Alexis Tsipiras afirma que no hay más que una sola Syriza…
No
hay más que una sola Syriza, pero con marcadas corrientes. Al lado de
la mayoría, cercana a la izquierda radical-democrática y que privilegia
la continuidad dentro de la Unión Europea, existe, bajo la batuta de
Panayiotis Lafanzanis, una tendencia abiertamente euroescéptica,
favorable a una salida de la eurozona y a una alianza con el KKE. Entre
ellos no todo se desarrolla en la más perfecta armonía y las dos
corrientes se han enfrentado con bastante dureza durante la confección
de las listas para las elecciones municipales.
¿Con qué consecuencias?
Son
dobles. En primer lugar, en la imagen que da la formación, la de un
partido que practica el doble discurso, sobre todo en la cuestión
central de Europa. La división afecta luego directamente a la
estrategia de Syriza. Para superarlo, el partido tiene necesidad en
muchos lugares de ampliar su base electoral. Aunque no esté asegurada
su victoria, Rena Dourou lo ha conseguido en la batalla regional por el
control del Ática [la región que rodea a Atenas, con un tercio de la
población y de los recursos del país]. Se ha rodeado de gente
competente y encarna una corriente moderna y abierta. Dimitris
Daskalopulos, presidente de la Unión de Industriales griegos, no ha
dudado ern ponerse a su lado. El candidato de Syriza a la alcaldía de
Atenas, Gavzilis Sakelazides, tiene un perfil semejante. Pero ese no es
el caso en todas partes, ni mucho menos.
¿Que venciera en el Ática marcaría un punto de inflexión para Syriza ?
En
todo caso, es una apuesta de envergadura. Rena Dourou tiene sobre sus
espaldas una parte del futuro de Syriza. Convertirse en el primer
partido de Grecia como resultado de las elecciones europeas no cambiará
verdaderamente la situación a corto plazo. Pero si eso se acompaña de
la gestión de una región tan importante constituirá una victoria
importante.
Aparte del calendario electoral, ¿qué es lo que puede impedir que Syriza se convierta rápidamente en partido de gobierno?
Sus
ambigüedades persistentes debido a la heterogeneidad del bloque
presidencial que rodea a Tsipras, la tentación izquierdista, siempre
viva en algunos. Para superarlas, una victoria de Rena Dourou,
conjugada con la derrota de un cierto número de candidatos
«izquierdistas», como en Heraklion, por ejemplo, son indispensables. Eso
modificará el equilibrio de fuerzas en el interior del partido,
precisamente en el sentido de una mayor credibilidad. En realidad,
Syriza no puede convertirse en partido de gobierno más que a condición
de aceptar una alianza con Izquierda Democrática [centro-izquierda, 6%
de los votos en 2012], es decir, quienes abandonaron Synaspismos sobre
bases socialdemócratas en 2010. Y todavía no hemos llegado a eso…
Ilias Nikolakópulos es profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Atenas y un reconocido comentarista de la actualidad política griega.
Marianne, 9 de mayo de 2014
Hay que darle
la vuelta a la situación
Esta
entrevista con Andreas Karitzis, miembro del Comité Central de Syriza,
se celebró poco antes de la primera vuelta de las recientes elecciones
regionales y municipales. La realizó Alain Léauthier para la revista Marianne.
Marianne: ¿Por qué las elecciones regionales, sobre todo en Ática, parecen más importantes para Syriza que las elecciones europeas?
Andreas Karitzis: Tenemos
ya numerosos concejales y alcaldes, pero es la primera vez desde
nuestra creación en 1991 en que estamos, acaso, en condiciones de
controlar una región que representa casi un tercio del PIB nacional.
Son, desde luego,elecciones locales, pero que tendrán resonancia
nacional. Este país sufre una grave crisis democrática debida sobre
todo a comportamientos muy antiguos de los actores de la vida política.
Queremos y tendremos que mostrar en el Ática que se puede restaurar la
ética, que los apaños entre partidos, élites y medios no son una
fatalidad. Hay que darle la vuelta a la situación, recuperar un margen
de maniobra para decidir en las políticas energéticas, financieras y de
infraestructuras. El Atica tiene las dimensiones necesarias para
servir de ejemplo.
¿Cuáles serán sus ejes de trabajo si lo consiguen?
Antes
que nada, afrontar localmente la crisis humanitaria que ha engendrado
el plan de austeridad impuesto por la Troika y que el gobierno de
coalición ha aplicado más allá de lo que se le exigía. La política
social, la sanidad, las respuestas a las necesidades más básicas como
la acogida a los sin techo, deben estar en el centro de nuestra
estrategia. Eso puede parecer banal, y por otro lado, todos los
partidos en liza tienen su cantinela social, siendo tan dura la crisis.
Para nosotros, se trata de una prueba de primer orden. Se trata menos
de prometer no escatimar que de comprometernos a poner lo mejor de
nuestra parte para resolver problemas concretos, no en un día o una
semana sino en los cinco años próximos.
¿Cómo hacer de una gestión local la matriz de un proyecto nacional?
Aplicando
por ejemplo al pie de la letra textos, reglamentos y decretos
europeos, constantemente violados en la gestión actual de la región.
Este es el caso en materia de tratamiento de residuos, por ejemplo.
Pero podemos idear también instrumentos monetarios locales que nos
permitan esquivar la política de austeridad destructiva. Pensamos
también en bancos cooperativos susceptibles de recoger toda clase de
ingresos, sobre todo fondos europeos para ayudar a las pequeñas
empresas que son yacimientos de creación de empleo. Nos hace falta
relanzar a toda costa la producción en el Ática, pero también terminar
en la práctica con la idea de que los servicios públicos han de
reducirse a su mínima expresión. El poder neoliberal quiere
privatizarlo todo, incluida la educación y, sobre todo, la enseñanza
superior. Ahora bien, la educación es un bien público que pertenece a
todos.
Syriza en el gobierno sería un espantajo para los inversores y las multinacionales, afirman sus oponentes…
Gracias
a las multinacionales, y a quienes están a su servicio, tenemos en
este país un paro que roza el 60% en ciertos estratos juveniles…No se
puede construir una sociedad madura y autónoma sobre la dependencia de
empresas como Cosco [multinacional china que se ha hecho con una parte
de las actividades portuarias del Pireo] practicando sistemáticamente
el abaratamiento social. La competencia salvaje, la competición
sistemática siguen siendo por ahora la ideología dominante. Y
destructiva.
Queremos
substituirla progresivamente por los conceptos de cooperación
solidaria, de mutualización de los recursos y llevar a cabo una política
de independencia económica. Habrá que ser claros, explicar que no
tenemos nada mejor que proponer en lo inmediato. Eso supone, y es
fundamental, un cambio profundo de las mentalidades. Quizás nos veamos
obligados a dar marcha atrás, a ajustar nuestras ambiciones a las
constricciones de la realidad. Pero nada está todavía escrito. Pensemos
en los neoliberales: en los años 70 formaban una secta sin gran poder,
pero dejaron de probar y hoy dominan el mundo. La izquierda tiene
también necesidad de una estrategia a largo plazo para imponer otra
política.
Andreas Karizis es miembro del Comité central de Syriza y dirige el Grupo de Trabajo de Documentación Política de Synapismos.
Marianne, 8 de mayo de 2014
Selección y traducción para www.sinpermiso.info: Lucas Antón
Sinpermiso electrónico
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